Salud

Los Tatuajes Están Relacionados con un Mayor Riesgo de Cáncer, Advierten Científicos

Un estudio de la Universidad de Lund en Suecia ha encontrado una conexión entre tatuajes y un mayor riesgo de linfoma maligno, un tipo raro de cáncer que afecta a los linfocitos.

Salud

Los Tatuajes Están Relacionados con un Mayor Riesgo de Cáncer, Advierten Científicos

Un estudio de la Universidad de Lund en Suecia ha encontrado una conexión entre tatuajes y un mayor riesgo de linfoma maligno, un tipo raro de cáncer que afecta a los linfocitos.

"El linfoma es una enfermedad poco común y el aumento en el riesgo se relaciona con un riesgo basal muy bajo"

- Destacaron los investigadores del estudio.

10/6/2024

Un reciente estudio realizado por la Universidad de Lund en Suecia ha identificado una posible conexión entre la presencia de tatuajes y un mayor riesgo de desarrollar linfoma maligno. Este tipo raro de cáncer ataca a los linfocitos, componentes vitales del sistema inmunológico. La investigación, que abarcó el periodo de 2007 a 2017, incluyó a 5,591 personas de entre 20 y 60 años diagnosticadas con linfoma en Suecia, conformando 1,398 casos y 4,193 controles. Después de ajustar variables como el estado de fumador y el nivel educativo de los participantes, se encontró que quienes tenían tatuajes presentaban un 21% más de riesgo en comparación con quienes no los tenían.

Uno de los hallazgos relevantes del estudio es que el aumento en el riesgo de linfoma no estaba asociado con el tamaño de los tatuajes, sino con el momento en que estos fueron hechos. Los resultados indican que tanto los tatuajes recientes (hechos en los últimos dos años) como los más antiguos (hechos hace más de diez años) presentaban mayores probabilidades de estar relacionados con un incremento en el riesgo de desarrollar la enfermedad. Las variantes de linfoma más comunes observadas en la investigación fueron el linfoma difuso de células B grandes y el linfoma folicular.

Uno de los aspectos más críticos del estudio es cómo el cuerpo reacciona a la tinta del tatuaje. Al inyectarse en la piel, el cuerpo trata la tinta como un agente externo, lo que activa el sistema inmunológico. Esto puede resultar en una parte de la tinta trasladándose a los ganglios linfáticos, donde se deposita. Este proceso puede contribuir al aumento del riesgo de linfoma observado en el estudio.

Adicionalmente, los tatuajes pueden hacer que la piel sea más propensa a infecciones y reacciones alérgicas debido a los diversos tintes utilizados. También se han reportado complicaciones en resonancias magnéticas en personas tatuadas, lo que agrega otra capa de precaución necesaria al considerar la salud de los individuos tatuados.

Es importante subrayar que, aunque el riesgo de linfoma maligno aumenta en personas tatuadas, la probabilidad absoluta de desarrollar esta enfermedad sigue siendo baja debido a la rareza del linfoma en la población. A pesar de los hallazgos, los investigadores resaltan que estos resultados necesitan ser validados mediante estudios adicionales para ser considerados concluyentes. Asimismo, se planean nuevas investigaciones para examinar si existe una relación entre los tatuajes y otras formas de cáncer o enfermedades inflamatorias.

El estudio constituye un avance significativo en la comprensión de los posibles factores de riesgo asociados con los tatuajes. Sin embargo, todavía queda un camino considerable por recorrer para confirmar estos hallazgos y determinar las causas subyacentes de esta relación. Las investigaciones futuras jugarán un papel crucial en esclarecer estos vínculos y en la prevención del linfoma y otras enfermedades relacionadas con los tatuajes. Los actuales resultados, aunque preliminares, contribuyen a una visión más integral de los posibles riesgos que pueden presentar los tatuajes y su impacto a largo plazo en la salud humana.

Los primeros registros de tatuajes datan de hace más de 5,000 años y se han encontrado en momias de diversas culturas alrededor del mundo, lo que indica una práctica antigua y extendida.

Algo Curioso

"El linfoma es una enfermedad poco común y el aumento en el riesgo se relaciona con un riesgo basal muy bajo"

- Destacaron los investigadores del estudio.

Jun 10, 2024

Un reciente estudio realizado por la Universidad de Lund en Suecia ha identificado una posible conexión entre la presencia de tatuajes y un mayor riesgo de desarrollar linfoma maligno. Este tipo raro de cáncer ataca a los linfocitos, componentes vitales del sistema inmunológico. La investigación, que abarcó el periodo de 2007 a 2017, incluyó a 5,591 personas de entre 20 y 60 años diagnosticadas con linfoma en Suecia, conformando 1,398 casos y 4,193 controles. Después de ajustar variables como el estado de fumador y el nivel educativo de los participantes, se encontró que quienes tenían tatuajes presentaban un 21% más de riesgo en comparación con quienes no los tenían.

Uno de los hallazgos relevantes del estudio es que el aumento en el riesgo de linfoma no estaba asociado con el tamaño de los tatuajes, sino con el momento en que estos fueron hechos. Los resultados indican que tanto los tatuajes recientes (hechos en los últimos dos años) como los más antiguos (hechos hace más de diez años) presentaban mayores probabilidades de estar relacionados con un incremento en el riesgo de desarrollar la enfermedad. Las variantes de linfoma más comunes observadas en la investigación fueron el linfoma difuso de células B grandes y el linfoma folicular.

Uno de los aspectos más críticos del estudio es cómo el cuerpo reacciona a la tinta del tatuaje. Al inyectarse en la piel, el cuerpo trata la tinta como un agente externo, lo que activa el sistema inmunológico. Esto puede resultar en una parte de la tinta trasladándose a los ganglios linfáticos, donde se deposita. Este proceso puede contribuir al aumento del riesgo de linfoma observado en el estudio.

Adicionalmente, los tatuajes pueden hacer que la piel sea más propensa a infecciones y reacciones alérgicas debido a los diversos tintes utilizados. También se han reportado complicaciones en resonancias magnéticas en personas tatuadas, lo que agrega otra capa de precaución necesaria al considerar la salud de los individuos tatuados.

Es importante subrayar que, aunque el riesgo de linfoma maligno aumenta en personas tatuadas, la probabilidad absoluta de desarrollar esta enfermedad sigue siendo baja debido a la rareza del linfoma en la población. A pesar de los hallazgos, los investigadores resaltan que estos resultados necesitan ser validados mediante estudios adicionales para ser considerados concluyentes. Asimismo, se planean nuevas investigaciones para examinar si existe una relación entre los tatuajes y otras formas de cáncer o enfermedades inflamatorias.

El estudio constituye un avance significativo en la comprensión de los posibles factores de riesgo asociados con los tatuajes. Sin embargo, todavía queda un camino considerable por recorrer para confirmar estos hallazgos y determinar las causas subyacentes de esta relación. Las investigaciones futuras jugarán un papel crucial en esclarecer estos vínculos y en la prevención del linfoma y otras enfermedades relacionadas con los tatuajes. Los actuales resultados, aunque preliminares, contribuyen a una visión más integral de los posibles riesgos que pueden presentar los tatuajes y su impacto a largo plazo en la salud humana.

Los primeros registros de tatuajes datan de hace más de 5,000 años y se han encontrado en momias de diversas culturas alrededor del mundo, lo que indica una práctica antigua y extendida.

Un reciente estudio realizado por la Universidad de Lund en Suecia ha identificado una posible conexión entre la presencia de tatuajes y un mayor riesgo de desarrollar linfoma maligno. Este tipo raro de cáncer ataca a los linfocitos, componentes vitales del sistema inmunológico. La investigación, que abarcó el periodo de 2007 a 2017, incluyó a 5,591 personas de entre 20 y 60 años diagnosticadas con linfoma en Suecia, conformando 1,398 casos y 4,193 controles. Después de ajustar variables como el estado de fumador y el nivel educativo de los participantes, se encontró que quienes tenían tatuajes presentaban un 21% más de riesgo en comparación con quienes no los tenían.

Uno de los hallazgos relevantes del estudio es que el aumento en el riesgo de linfoma no estaba asociado con el tamaño de los tatuajes, sino con el momento en que estos fueron hechos. Los resultados indican que tanto los tatuajes recientes (hechos en los últimos dos años) como los más antiguos (hechos hace más de diez años) presentaban mayores probabilidades de estar relacionados con un incremento en el riesgo de desarrollar la enfermedad. Las variantes de linfoma más comunes observadas en la investigación fueron el linfoma difuso de células B grandes y el linfoma folicular.

Uno de los aspectos más críticos del estudio es cómo el cuerpo reacciona a la tinta del tatuaje. Al inyectarse en la piel, el cuerpo trata la tinta como un agente externo, lo que activa el sistema inmunológico. Esto puede resultar en una parte de la tinta trasladándose a los ganglios linfáticos, donde se deposita. Este proceso puede contribuir al aumento del riesgo de linfoma observado en el estudio.

Adicionalmente, los tatuajes pueden hacer que la piel sea más propensa a infecciones y reacciones alérgicas debido a los diversos tintes utilizados. También se han reportado complicaciones en resonancias magnéticas en personas tatuadas, lo que agrega otra capa de precaución necesaria al considerar la salud de los individuos tatuados.

Es importante subrayar que, aunque el riesgo de linfoma maligno aumenta en personas tatuadas, la probabilidad absoluta de desarrollar esta enfermedad sigue siendo baja debido a la rareza del linfoma en la población. A pesar de los hallazgos, los investigadores resaltan que estos resultados necesitan ser validados mediante estudios adicionales para ser considerados concluyentes. Asimismo, se planean nuevas investigaciones para examinar si existe una relación entre los tatuajes y otras formas de cáncer o enfermedades inflamatorias.

El estudio constituye un avance significativo en la comprensión de los posibles factores de riesgo asociados con los tatuajes. Sin embargo, todavía queda un camino considerable por recorrer para confirmar estos hallazgos y determinar las causas subyacentes de esta relación. Las investigaciones futuras jugarán un papel crucial en esclarecer estos vínculos y en la prevención del linfoma y otras enfermedades relacionadas con los tatuajes. Los actuales resultados, aunque preliminares, contribuyen a una visión más integral de los posibles riesgos que pueden presentar los tatuajes y su impacto a largo plazo en la salud humana.

Los primeros registros de tatuajes datan de hace más de 5,000 años y se han encontrado en momias de diversas culturas alrededor del mundo, lo que indica una práctica antigua y extendida.

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