El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) ha publicado un revelador estudio que pone de manifiesto un cambio significativo en la percepción de los ciudadanos europeos hacia Estados Unidos desde el regreso de Donald Trump a la presidencia. El informe se realizó a partir de encuestas entre noviembre y diciembre de 2024 en un total de 14 países: 11 de la Unión Europea (UE), además de Ucrania, Suiza y el Reino Unido, alcanzando una muestra total de 18,507 encuestados.
En promedio, un 50% de los ciudadanos en los países europeos consultados considera a Estados Unidos como un “socio necesario”, mientras que únicamente el 21% lo ven como un “aliado”. Este porcentaje baja aún más en España, donde solo un 14% percibe a EE. UU. como aliado, pero un 57% lo considera un socio necesario. Ucrania lidera el grupo con un 67% de personas que catalogan a Estados Unidos como un socio indispensable.
El cambio de percepción es evidente incluso en países históricamente cercanos a Washington, como Polonia y Dinamarca. En ambos casos, el porcentaje de ciudadanos que veían a EE. UU. como un aliado alcanzaba el 54%, pero esto se ha desplomado al 30%. A su vez, un 53% ahora define a EE. UU. como un socio necesario. En otros países como Portugal, Estonia e Italia, también prevalece esta postura, mientras que en el Reino Unido el 44% de los encuestados considera a Estados Unidos solo como un socio necesario, sobre un 37% que aún lo identifica como un aliado.
El informe resalta que la desconfianza en la política exterior estadounidense ha llevado a los europeos a adoptar una perspectiva más pragmática. Para ejemplo, un 49% de los encuestados en Hungría opina que el regreso de Trump podría contribuir positivamente a la paz mundial, mientras que esta afirmación es rechazada por un 62% de los daneses y un 55% de los alemanes, quienes creen que su reelección tendría consecuencias negativas en este campo.
El estudio también analiza la percepción de los europeos sobre la Unión Europea (UE) como una potencia global. Un 30% de los encuestados se definen como “euro-optimistas”, al confiar en que la UE es una fuerza sólida y que probablemente no colapsará en las próximas dos décadas. En contraparte, un 22% se identifican como “euro-pesimistas”, al no considerar a la UE como una potencia real y pronosticar su colapso.
En conjunto, el informe del ECFR subraya un cambio crucial en las dinámicas geopolíticas y en la relación entre Europa y Estados Unidos. Este fenómeno pone de relieve cómo factores como la reelección de Trump y las decisiones en la política exterior han reconfigurado la manera en que los europeos valoran su lugar en un mundo cada vez más multipolar.