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Impacto Global en el Desierto de Atacama: La Moda Rápida lo Transforma en Vertedero

El desierto de Atacama, conocido por su belleza y paisajes, enfrenta una creciente crisis ecológica y social debido a la acumulación masiva de desechos textiles, revelando el lado oscuro de la industria de la moda rápida.

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Impacto Global en el Desierto de Atacama: La Moda Rápida lo Transforma en Vertedero

El desierto de Atacama, conocido por su belleza y paisajes, enfrenta una creciente crisis ecológica y social debido a la acumulación masiva de desechos textiles, revelando el lado oscuro de la industria de la moda rápida.

“Estamos ante un desafío que trasciende lo ambiental; es un reflejo de nuestros patrones de consumo insostenibles y la falta de regulaciones eficaces”

- Ángela Astudillo, activista ambiental y cofundadora de Desierto Vestido.

8/5/2024

El fenómeno de la moda rápida ha convertido partes del desierto de Atacama en uno de los vertederos de ropa desechada más grandes del mundo. Anualmente, se estima que cerca de 39,000 toneladas de ropa usada se acumulan en esta región, procedentes de mercados saturados en Estados Unidos, Europa y Asia. Esta situación ha provocado no solo una crisis ambiental, sino también social, afectando directamente a las comunidades locales que ven transformado su entorno natural en un depósito de desechos textiles.

Investigaciones recientes destacan que muchos de estos textiles son incinerados, liberando gases tóxicos y afectando la calidad del aire y la salud de las poblaciones cercanas. La visibilidad de este problema creció internacionalmente cuando imágenes satelitales mostraron la magnitud de estos vertederos, comparables en extensión a ciudades enteras.

El impacto visual de montañas de ropa desechada es solo la punta del iceberg. Debajo de estas capas, se esconde un problema mucho más profundo de contaminación del suelo y recursos hídricos, en una de las zonas más áridas del planeta. La ropa, compuesta en gran parte por fibras sintéticas, tarda cientos de años en descomponerse, lo que agrava el daño ambiental a largo plazo.

Organizaciones locales e internacionales han comenzado a presionar para que se implementen políticas más estrictas en la gestión de residuos textiles. Sin embargo, la falta de infraestructura legal y la lejanía geográfica complican la regulación y el manejo adecuado de estos desechos.

Algo Curioso
En la región de Iquique, el 85% de los textiles importados permanecen sin vender, lo que contribuye significativamente a la acumulación de desechos en el desierto de Atacama.

Crisis Oculta: El Impacto de la Moda Rápida en Ecosistemas Vulnerables

La industria de la moda rápida no solo ha impactado en el ambiente sino también en la economía local. Empresas y comerciantes en el puerto de Iquique, por ejemplo, enfrentan un dilema continuo: el flujo constante de ropa usada que llega por barco. En 2021, el volumen de ropa desechada aumentó drásticamente, impulsado por cierres de tiendas alrededor del mundo debido a la pandemia. Las autoridades locales y los trabajadores del puerto han visto cómo la ropa sin vender se acumula, llegando a ocupar grandes extensiones de espacio que podrían utilizarse para otros fines comerciales.

Entre las montañas de ropa, se encuentran prendas de marcas conocidas, algunas aún con etiquetas originales. Esto subraya el desfase entre la producción y el consumo real. En un intento por gestionar este exceso, comerciantes locales han establecido mercados temporales donde la ropa es vendida a precios mínimos. Sin embargo, este sistema no alcanza a procesar la cantidad de ropa que continúa llegando.

La reventa de estas prendas en mercados informales ha creado una microeconomía en Iquique y Alto Hospicio, pero este modelo es insostenible. Muchas de estas prendas terminan en manos de contrabandistas que intentan distribuirlas en otros países de América Latina, un proceso que evade impuestos y reglamentaciones, complicando aún más la situación legal y económica de la región.

El gobierno chileno y organizaciones internacionales han empezado a buscar soluciones a través de leyes de responsabilidad extendida del productor (REP). Estas leyes pretenden hacer que los fabricantes de ropa sean responsables de la vida útil de sus productos, desde la producción hasta la disposición final, pero la implementación ha sido lenta y está plagada de desafíos logísticos y políticos.

Desafíos Económicos y Legales: La Lucha Contra el Contrabando y la Saturación del Mercado

En respuesta a la crisis de desechos textiles, varias iniciativas de reciclaje han surgido en Chile, intentando mitigar el impacto ambiental y crear oportunidades económicas a partir de los residuos. Entre las más notables está la empresa EcoFibra, fundada por Franklin Zepeda, que transforma textiles en paneles de aislamiento. Aunque este enfoque es prometedor, la capacidad actual de reciclaje es insuficiente para manejar la escala de desechos generados.

La situación en el desierto de Atacama ha llevado a un aumento en la vigilancia y la regulación. En 2022, el gobierno chileno instaló cámaras de seguridad en puntos clave alrededor de Iquique y Alto Hospicio para desalentar el vertido ilegal. Además, se han impuesto multas que ascienden a más de 180,000 pesos chilenos por descargas ilegales, aunque la aplicación sigue siendo un desafío debido a la vasta área que necesita ser monitoreada.

“Estamos ante un desafío que trasciende lo ambiental; es un reflejo de nuestros patrones de consumo insostenibles y la falta de regulaciones eficaces”

- Ángela Astudillo, activista ambiental y cofundadora de Desierto Vestido.

May 8, 2024
Colglobal News

El fenómeno de la moda rápida ha convertido partes del desierto de Atacama en uno de los vertederos de ropa desechada más grandes del mundo. Anualmente, se estima que cerca de 39,000 toneladas de ropa usada se acumulan en esta región, procedentes de mercados saturados en Estados Unidos, Europa y Asia. Esta situación ha provocado no solo una crisis ambiental, sino también social, afectando directamente a las comunidades locales que ven transformado su entorno natural en un depósito de desechos textiles.

Investigaciones recientes destacan que muchos de estos textiles son incinerados, liberando gases tóxicos y afectando la calidad del aire y la salud de las poblaciones cercanas. La visibilidad de este problema creció internacionalmente cuando imágenes satelitales mostraron la magnitud de estos vertederos, comparables en extensión a ciudades enteras.

El impacto visual de montañas de ropa desechada es solo la punta del iceberg. Debajo de estas capas, se esconde un problema mucho más profundo de contaminación del suelo y recursos hídricos, en una de las zonas más áridas del planeta. La ropa, compuesta en gran parte por fibras sintéticas, tarda cientos de años en descomponerse, lo que agrava el daño ambiental a largo plazo.

Organizaciones locales e internacionales han comenzado a presionar para que se implementen políticas más estrictas en la gestión de residuos textiles. Sin embargo, la falta de infraestructura legal y la lejanía geográfica complican la regulación y el manejo adecuado de estos desechos.

El fenómeno de la moda rápida ha convertido partes del desierto de Atacama en uno de los vertederos de ropa desechada más grandes del mundo. Anualmente, se estima que cerca de 39,000 toneladas de ropa usada se acumulan en esta región, procedentes de mercados saturados en Estados Unidos, Europa y Asia. Esta situación ha provocado no solo una crisis ambiental, sino también social, afectando directamente a las comunidades locales que ven transformado su entorno natural en un depósito de desechos textiles.

Investigaciones recientes destacan que muchos de estos textiles son incinerados, liberando gases tóxicos y afectando la calidad del aire y la salud de las poblaciones cercanas. La visibilidad de este problema creció internacionalmente cuando imágenes satelitales mostraron la magnitud de estos vertederos, comparables en extensión a ciudades enteras.

El impacto visual de montañas de ropa desechada es solo la punta del iceberg. Debajo de estas capas, se esconde un problema mucho más profundo de contaminación del suelo y recursos hídricos, en una de las zonas más áridas del planeta. La ropa, compuesta en gran parte por fibras sintéticas, tarda cientos de años en descomponerse, lo que agrava el daño ambiental a largo plazo.

Organizaciones locales e internacionales han comenzado a presionar para que se implementen políticas más estrictas en la gestión de residuos textiles. Sin embargo, la falta de infraestructura legal y la lejanía geográfica complican la regulación y el manejo adecuado de estos desechos.

Algo Curioso
En la región de Iquique, el 85% de los textiles importados permanecen sin vender, lo que contribuye significativamente a la acumulación de desechos en el desierto de Atacama.

Crisis Oculta: El Impacto de la Moda Rápida en Ecosistemas Vulnerables

La industria de la moda rápida no solo ha impactado en el ambiente sino también en la economía local. Empresas y comerciantes en el puerto de Iquique, por ejemplo, enfrentan un dilema continuo: el flujo constante de ropa usada que llega por barco. En 2021, el volumen de ropa desechada aumentó drásticamente, impulsado por cierres de tiendas alrededor del mundo debido a la pandemia. Las autoridades locales y los trabajadores del puerto han visto cómo la ropa sin vender se acumula, llegando a ocupar grandes extensiones de espacio que podrían utilizarse para otros fines comerciales.

Entre las montañas de ropa, se encuentran prendas de marcas conocidas, algunas aún con etiquetas originales. Esto subraya el desfase entre la producción y el consumo real. En un intento por gestionar este exceso, comerciantes locales han establecido mercados temporales donde la ropa es vendida a precios mínimos. Sin embargo, este sistema no alcanza a procesar la cantidad de ropa que continúa llegando.

La reventa de estas prendas en mercados informales ha creado una microeconomía en Iquique y Alto Hospicio, pero este modelo es insostenible. Muchas de estas prendas terminan en manos de contrabandistas que intentan distribuirlas en otros países de América Latina, un proceso que evade impuestos y reglamentaciones, complicando aún más la situación legal y económica de la región.

El gobierno chileno y organizaciones internacionales han empezado a buscar soluciones a través de leyes de responsabilidad extendida del productor (REP). Estas leyes pretenden hacer que los fabricantes de ropa sean responsables de la vida útil de sus productos, desde la producción hasta la disposición final, pero la implementación ha sido lenta y está plagada de desafíos logísticos y políticos.

Desafíos Económicos y Legales: La Lucha Contra el Contrabando y la Saturación del Mercado

En respuesta a la crisis de desechos textiles, varias iniciativas de reciclaje han surgido en Chile, intentando mitigar el impacto ambiental y crear oportunidades económicas a partir de los residuos. Entre las más notables está la empresa EcoFibra, fundada por Franklin Zepeda, que transforma textiles en paneles de aislamiento. Aunque este enfoque es prometedor, la capacidad actual de reciclaje es insuficiente para manejar la escala de desechos generados.

La situación en el desierto de Atacama ha llevado a un aumento en la vigilancia y la regulación. En 2022, el gobierno chileno instaló cámaras de seguridad en puntos clave alrededor de Iquique y Alto Hospicio para desalentar el vertido ilegal. Además, se han impuesto multas que ascienden a más de 180,000 pesos chilenos por descargas ilegales, aunque la aplicación sigue siendo un desafío debido a la vasta área que necesita ser monitoreada.

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