Mundo

Monjas Kung Fu del Linaje Drukpa, con 1.000 Años de Historia, Reabren Monasterio en Nepal y Exhiben Sus Habilidades en Artes Marciales

El monasterio Druk Amitabha en Nepal reabrió sus puertas después de cinco años, con una exhibición de artes marciales protagonizada por monjas Drukpa, quienes demostraron cortes de mano, patadas altas y el uso de espadas.

Mundo

Monjas Kung Fu del Linaje Drukpa, con 1.000 Años de Historia, Reabren Monasterio en Nepal y Exhiben Sus Habilidades en Artes Marciales

El monasterio Druk Amitabha en Nepal reabrió sus puertas después de cinco años, con una exhibición de artes marciales protagonizada por monjas Drukpa, quienes demostraron cortes de mano, patadas altas y el uso de espadas.

“Practicamos kung fu para mantenernos mental y físicamente en forma y promover el empoderamiento femenino y la igualdad de género”

- Declaró Jigme Jangchub Chosdon, monja de 23 años.

31/12/2024

En un evento memorable, el monasterio Druk Amitabha en Nepal reabrió sus puertas después de cinco años de cierre debido a la pandemia de Covid-19. Aproximadamente una docena de monjas de la orden Drukpa realizaron una impresionante exhibición de habilidades marciales, presentando cortes de mano, patadas altas y manejo de espadas.

La orden Drukpa, con una tradición de más de 1,000 años, destaca por ser la única orden femenina en el sistema monástico budista patriarcal que otorga a las monjas un estatus igual al de los monjes. Tradicionalmente, las monjas se dedicaban a tareas domésticas y se les prohibía practicar artes marciales. Sin embargo, Su Santidad Gyalwang Drukpa, un monje de alto rango en la jerarquía budista tibetana, desafiando las normas tradicionales, decidió impartir entrenamiento en kung fu a las mujeres para mejorar su salud y bienestar espiritual. Gyalwang Drukpa se inspiró para entrenar a las monjas en kung fu después de un viaje a Vietnam, donde observó a monjes practicando artes marciales como parte de su rutina diaria.

El monasterio Druk Amitabha, inaugurado en 2009, alberga actualmente a 300 miembros cuyas edades varían entre los 6 y 54 años. Las monjas entrenadas provienen de Bhutan, India y Nepal, y practican kung fu, una disciplina china centrada en la autodefensa y la fortaleza.

Jigme Jangchub Chosdon, que proviene de Ladakh, India, y tiene 23 años, comentó que el objetivo de su entrenamiento es mantenerse mental y físicamente en forma, así como fomentar el empoderamiento femenino y la igualdad de género. Otro testimonio relevante es el de Jigme Yangchen Gamo, de 24 años y originaria de Ramechhap, Nepal, quien expresó su deseo de usar la confianza adquirida a través del kung fu para ayudar a la comunidad y a las jóvenes a desarrollar su propia fortaleza.

La ceremonia de reapertura reunió a cientos de simpatizantes que ovacionaron a las monjas durante su actuación. Según el sitio web del monasterio, la combinación de igualdad de género, fuerza física y respeto por todos los seres vivos representa el regreso de la orden Drukpa a sus "verdaderas raíces espirituales".

El entrenamiento de kung fu en las monjas Drukpa no solo desafía las normas tradicionales, sino que también busca promover valores como la igualdad y el respeto en un contexto monástico históricamente patriarcal. Su entrenamiento y exhibición simbolizan un paso significativo hacia la revaloración del papel de las mujeres en la comunidad religiosa y el incentivo de una igualdad más amplia en la sociedad.

Algo Curioso

“Practicamos kung fu para mantenernos mental y físicamente en forma y promover el empoderamiento femenino y la igualdad de género”

- Declaró Jigme Jangchub Chosdon, monja de 23 años.

Dec 31, 2024
Colglobal News

En un evento memorable, el monasterio Druk Amitabha en Nepal reabrió sus puertas después de cinco años de cierre debido a la pandemia de Covid-19. Aproximadamente una docena de monjas de la orden Drukpa realizaron una impresionante exhibición de habilidades marciales, presentando cortes de mano, patadas altas y manejo de espadas.

La orden Drukpa, con una tradición de más de 1,000 años, destaca por ser la única orden femenina en el sistema monástico budista patriarcal que otorga a las monjas un estatus igual al de los monjes. Tradicionalmente, las monjas se dedicaban a tareas domésticas y se les prohibía practicar artes marciales. Sin embargo, Su Santidad Gyalwang Drukpa, un monje de alto rango en la jerarquía budista tibetana, desafiando las normas tradicionales, decidió impartir entrenamiento en kung fu a las mujeres para mejorar su salud y bienestar espiritual. Gyalwang Drukpa se inspiró para entrenar a las monjas en kung fu después de un viaje a Vietnam, donde observó a monjes practicando artes marciales como parte de su rutina diaria.

El monasterio Druk Amitabha, inaugurado en 2009, alberga actualmente a 300 miembros cuyas edades varían entre los 6 y 54 años. Las monjas entrenadas provienen de Bhutan, India y Nepal, y practican kung fu, una disciplina china centrada en la autodefensa y la fortaleza.

Jigme Jangchub Chosdon, que proviene de Ladakh, India, y tiene 23 años, comentó que el objetivo de su entrenamiento es mantenerse mental y físicamente en forma, así como fomentar el empoderamiento femenino y la igualdad de género. Otro testimonio relevante es el de Jigme Yangchen Gamo, de 24 años y originaria de Ramechhap, Nepal, quien expresó su deseo de usar la confianza adquirida a través del kung fu para ayudar a la comunidad y a las jóvenes a desarrollar su propia fortaleza.

La ceremonia de reapertura reunió a cientos de simpatizantes que ovacionaron a las monjas durante su actuación. Según el sitio web del monasterio, la combinación de igualdad de género, fuerza física y respeto por todos los seres vivos representa el regreso de la orden Drukpa a sus "verdaderas raíces espirituales".

El entrenamiento de kung fu en las monjas Drukpa no solo desafía las normas tradicionales, sino que también busca promover valores como la igualdad y el respeto en un contexto monástico históricamente patriarcal. Su entrenamiento y exhibición simbolizan un paso significativo hacia la revaloración del papel de las mujeres en la comunidad religiosa y el incentivo de una igualdad más amplia en la sociedad.

En un evento memorable, el monasterio Druk Amitabha en Nepal reabrió sus puertas después de cinco años de cierre debido a la pandemia de Covid-19. Aproximadamente una docena de monjas de la orden Drukpa realizaron una impresionante exhibición de habilidades marciales, presentando cortes de mano, patadas altas y manejo de espadas.

La orden Drukpa, con una tradición de más de 1,000 años, destaca por ser la única orden femenina en el sistema monástico budista patriarcal que otorga a las monjas un estatus igual al de los monjes. Tradicionalmente, las monjas se dedicaban a tareas domésticas y se les prohibía practicar artes marciales. Sin embargo, Su Santidad Gyalwang Drukpa, un monje de alto rango en la jerarquía budista tibetana, desafiando las normas tradicionales, decidió impartir entrenamiento en kung fu a las mujeres para mejorar su salud y bienestar espiritual. Gyalwang Drukpa se inspiró para entrenar a las monjas en kung fu después de un viaje a Vietnam, donde observó a monjes practicando artes marciales como parte de su rutina diaria.

El monasterio Druk Amitabha, inaugurado en 2009, alberga actualmente a 300 miembros cuyas edades varían entre los 6 y 54 años. Las monjas entrenadas provienen de Bhutan, India y Nepal, y practican kung fu, una disciplina china centrada en la autodefensa y la fortaleza.

Jigme Jangchub Chosdon, que proviene de Ladakh, India, y tiene 23 años, comentó que el objetivo de su entrenamiento es mantenerse mental y físicamente en forma, así como fomentar el empoderamiento femenino y la igualdad de género. Otro testimonio relevante es el de Jigme Yangchen Gamo, de 24 años y originaria de Ramechhap, Nepal, quien expresó su deseo de usar la confianza adquirida a través del kung fu para ayudar a la comunidad y a las jóvenes a desarrollar su propia fortaleza.

La ceremonia de reapertura reunió a cientos de simpatizantes que ovacionaron a las monjas durante su actuación. Según el sitio web del monasterio, la combinación de igualdad de género, fuerza física y respeto por todos los seres vivos representa el regreso de la orden Drukpa a sus "verdaderas raíces espirituales".

El entrenamiento de kung fu en las monjas Drukpa no solo desafía las normas tradicionales, sino que también busca promover valores como la igualdad y el respeto en un contexto monástico históricamente patriarcal. Su entrenamiento y exhibición simbolizan un paso significativo hacia la revaloración del papel de las mujeres en la comunidad religiosa y el incentivo de una igualdad más amplia en la sociedad.

Algo Curioso

PODRÍA INTERESARTE
 

No tienes acceso

Necesitas una membresía para acceder al contenido de este sitio.
Por favor Regístrate o Ingresa