El esfuerzo diplomático para resolver el conflicto entre Ucrania y Rusia registró su avance más visible en el acuerdo alcanzado en Estambul para el intercambio de prisioneros, concretando la liberación de mil detenidos por cada bando. Sin embargo, las conversaciones no lograron avances respecto al alto el fuego, una exigencia planteada por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y respaldada por líderes europeos como Emmanuel Macron, Keir Starmer, Donald Tusk y Friedrich Merz.
Durante su regreso a Washington tras una visita oficial a las monarquías del Golfo Pérsico, Donald Trump mantuvo comunicaciones con Zelenski y los líderes europeos, quienes subrayaron la necesidad de implementar un alto el fuego inmediato y la imposición de sanciones a Rusia si el Kremlin no responde positivamente a esa demanda. A pesar de estas presiones, Trump no ha manifestado públicamente su apoyo a la propuesta de alto el fuego y ha expresado comprensión ante la ausencia de Vladímir Putin en las recientes conversaciones. El mandatario estadounidense enfatizó que un encuentro directo con Putin sería necesario para destrabar la situación actual.
El Kremlin respaldó la posición de Trump. Dmitri Peskov, portavoz de Putin, informó que una eventual reunión requiere una preparación minuciosa para garantizar resultados tangibles, pero sin ofrecer detalles sobre calendario o sede. Trump declaró que el encuentro se efectuará "en cuanto se pueda organizar", mientras Moscú no fija plazos y reitera su preferencia por un proceso preparado sin premuras.
El intento de Ucrania y sus aliados europeos por establecer un alto el fuego de 30 días terminó en desacuerdo, por lo que Zelenski y los líderes europeos acordaron preparar sanciones más estrictas contra Rusia ante la falta de avances. Washington, sin embargo, no ha elaborado nuevas represalias al respecto, mientras que Bruselas sí desarrolla medidas adicionales. Zelenski sostuvo la necesidad de mantener la presión internacional sobre Rusia hasta que acepte finalizar la guerra. En la cumbre de la Unión Europea realizada en Tirana, figuras europeas señalaron la falta de disposición rusa y calificaron de inaceptables sus demandas, entre ellas la exigencia de retirar las fuerzas ucranianas de cuatro provincias reclamadas por Moscú como parte de su territorio.
Mientras se espera algún tipo de acuerdo entre las administraciones de Washington y Moscú, Ucrania refuerza su actividad diplomática con actores como China y Brasil, naciones con influencia en el entorno internacional de Rusia, en busca de sumar apoyos para la consecución de un alto el fuego.