El conflicto armado entre Israel e Irán escaló significativamente desde el 13 de junio de 2025, cuando Israel decidió atacar objetivos nucleares y militares en territorio iraní, provocando la muerte de varios altos funcionarios militares de Irán. Como respuesta directa, Irán lanzó una serie de ataques de represalia, que incluyeron misiles dirigidos contra Israel y contra bases de Estados Unidos desplegadas en la región.
Hasta el momento, se registran al menos 950 personas fallecidas y 3,450 heridas en Irán como consecuencia de los ataques israelíes, de acuerdo con datos de Human Rights Activists. En Israel, los ataques por parte de Irán han causado un total de 24 muertes.
La escalada se agravó el 22 de junio, cuando Estados Unidos, bajo órdenes del presidente Donald Trump, lanzó ataques aéreos contra tres instalaciones nucleares en suelo iraní. Trump calificó estas acciones como una operación que "obliteró" las capacidades nucleares de Irán, lo que generó preocupación por una posible expansión del conflicto en Oriente Medio.
El 23 de junio, Irán intensificó su respuesta lanzando más de una docena de misiles hacia la base aérea de Al Udeid en Qatar, importante enclave para las fuerzas estadounidenses. La defensa aérea de Qatar interceptó todos los misiles salvo uno, que impactó en la base sin reportar daños ni heridos. Ante la situación, Qatar afirmó que su actuación para repeler los misiles fue una decisión dentro de su soberanía.
A raíz de estas tensiones, el presidente Trump anunció la entrada en vigor de un "alto al fuego completo y total", programado para iniciar a la medianoche hora del este de Estados Unidos del 23 de junio. Este cese de hostilidades tendrá una duración de 12 horas, transcurrido el cual la guerra será considerada "terminada" según la declaración de Trump. El acuerdo estipula que Irán dará el primer paso en el cese al fuego, seguido por Israel, y se insta a ambas partes a mantener una actitud pacífica y respetuosa durante el periodo establecido. Trump manifestó su deseo de que el alto al fuego se consolide como permanente.
Mientras tanto, la reacción oficial iraní se mostró cauta. Un funcionario del gobierno de Irán precisó que, hasta el momento, las autoridades iraníes no han recibido una propuesta formal de alto al fuego y que continuarían combatiendo hasta alcanzar una paz duradera.
El conflicto también ha tenido repercusiones económicas significativas. Tras el ataque iraní a la base estadounidense en Qatar, los precios internacionales del petróleo experimentaron una caída del 7%. La cotización del West Texas Intermediate (WTI) se permitió a $68.51 por barril, a medida que los mercados redujeron su percepción de riesgo respecto a la posible interrupción del suministro petrolero regional.
La situación sigue siendo de alta tensión, con Israel, Irán y Estados Unidos en estado de alerta y con la comunidad internacional atenta al desarrollo de los acontecimientos y a la efectividad de este alto al fuego en la desescalada del conflicto.