Front Line Defenders publicó un estudio destacando la alarmante situación en Colombia, donde se perpetraron 146 asesinatos de defensores de derechos humanos en 2023. Esta cifra constituye casi la mitad del total de 301 asesinatos documentados a nivel mundial ese mismo año. México le sigue con 30 asesinatos, Brasil con 24 y Honduras con 19. Además, en la última década se han registrado cerca de 3,000 asesinatos globales de defensores de derechos humanos.
En Colombia, los asesinatos de defensores suelen involucrar a personas de comunidades indígenas, campesinos y afrodescendientes, con al menos 64 víctimas provenientes de estos grupos en 2023. El contexto en el que operan los defensores en el país es sumamente peligroso debido a la presencia de actores violentos no estatales que luchan por el control de territorios estratégicos para las economías ilícitas. Estos activistas frecuentemente denuncian alianzas entre autoridades y grupos ilegales, lo que los pone en mayor riesgo de ser asesinados.
El informe también resalta la alta tasa de impunidad en estos crímenes. Históricamente, alrededor del 95% de los homicidios contra defensores de derechos humanos en Colombia permanecen sin resolver. Esta impunidad persistente envía un mensaje preocupante sobre la falta de reconocimiento y protección para quienes dedican su vida a la defensa de los derechos humanos.
Michel Forst, relator especial sobre la situación de los defensores de derechos humanos, señaló que los líderes sociales, comunitarios, étnicos y promotores de políticas derivadas del Acuerdo de Paz son los más expuestos. Forst también hizo un llamado al Gobierno de Colombia para reafirmar su compromiso con el Acuerdo de Paz y luchar contra la impunidad, instando además a reconocer y condenar públicamente las violaciones contra estos defensores.