Colombia se encuentra en una situación crítica debido a una serie de incendios forestales sin precedentes y un aumento alarmante de las temperaturas, lo que ha llevado al gobierno a declarar un estado de desastre natural. La situación se ha agravado por el fenómeno de El Niño, que ha provocado condiciones climáticas extremas en todo el país. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), se han registrado temperaturas récord en varios municipios, incluyendo un máximo histórico de 40.4°C en Jerusalén, Cundinamarca.
El presidente Gustavo Petro ha hecho un llamado urgente a la comunidad internacional para obtener ayuda en la lucha contra estos incendios, que han afectado gravemente a varias regiones y han sumido a la capital, Bogotá, en humo y cenizas. Estados Unidos, Chile, Perú y Canadá ya han respondido a este llamado, ofreciendo asistencia para combatir las llamas. Además, se ha solicitado apoyo a la ONU, activando un protocolo internacional para situaciones de desastre.

Más de 31 incendios activos están devastando cinco regiones del país, con al menos tres de ellos afectando directamente a Bogotá. Estos incendios han causado estragos en el principal aeropuerto de la ciudad y han obligado a la cancelación de clases presenciales. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) informa que, desde noviembre de 2023, se han registrado 336 incendios forestales en 174 municipios, devastando al menos 6.618 hectáreas de vegetación.
La biodiversidad de Colombia, reconocida a nivel mundial, está en riesgo debido a estos incendios. El país ha enfrentado una dura ola de calor y sequías en los últimos meses, lo que ha exacerbado la situación. El IDEAM estima que el 87% del territorio nacional está en "riesgo máximo" de sufrir incendios forestales, una situación que se espera que dure hasta junio.