El gobierno de Colombia, encabezado por el presidente Gustavo Petro, ha decidido avanzar en la renovación de sus capacidades aéreas militares mediante la adquisición de nuevas aeronaves de combate, con el objetivo de reemplazar los aviones Kfir que han servido al país durante décadas y cuya vida útil se estima hasta 2025. Esta medida se toma en un contexto donde la antigüedad de los Kfir ha dificultado la obtención de repuestos y ha incrementado significativamente los costos de mantenimiento.
El Ministro de Defensa, Iván Velásquez, anunció que están en curso las negociaciones para la adquisición de estas aeronaves. La Fuerza Aérea Colombiana está evaluando propuestas de tres países: Estados Unidos, Suecia y Francia, cada uno ofreciendo distintos modelos con características y costos variados.
La oferta estadounidense incluye los F-16 de Lockheed Martin, con un costo de 170 millones de dólares por unidad y un costo de operación de 12,000 dólares por hora. Estados Unidos se compromete a entregar las aeronaves en un plazo de 2 meses. Por su parte, Suecia ofrece los Gripen de Saab, a un costo de 1,900 millones de pesos por 16 aviones, con un costo de operación de 7,900 dólares por hora y un tiempo de entrega de 24 meses. Una ventaja significativa de esta oferta es la fábrica de mantenimiento y repuestos ubicada en Brasil. La tercera opción son los Rafale de Dassault Aviation de Francia, con un costo de 200 millones de dólares por unidad, totalizando 3,200 millones de dólares por 16 aviones, y un costo de operación de 28,000 dólares por hora, con una entrega proyectada en 60 meses.
El presidente Petro ha instruido al Ministerio de Hacienda para que asegure la financiación necesaria, la cual fue previamente establecida durante el gobierno de Iván Duque a través de documentos del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) y el Consejo Superior de Política Fiscal (Confis). Estos fondos están proyectados para ser utilizados durante los próximos diez años.
Inicialmente, se prevé la compra de cuatro aeronaves, con la posibilidad de adquirir más antes de que termine el actual mandato presidencial. Esta adquisición forma parte de un esfuerzo más amplio para modernizar las capacidades de defensa de Colombia y asegurar la seguridad nacional, después de varios accidentes recientes de helicópteros de la Policía, la Fuerza Aérea y el Ejército.
La junta asesora de la Fuerza Aérea, que había estado inactiva, se reactivará para revisar las diversas propuestas de las empresas internacionales. Al respecto, el almirante Francisco Cubides, Comandante General de las Fuerzas Militares, mencionó que "el mantenimiento de los Kfir se ha vuelto más costoso que la compra de nuevas aeronaves".
Colombia es actualmente el único país que sigue operando los aviones Kfir, situación que ha complicado la adquisición de repuestos y ha incrementado los costos de mantenimiento, haciendo evidente la necesidad de adquirir nuevos aviones de combate. Los aviones Kfir son de origen israelí y han estado en servicio en la Fuerza Aérea Colombiana desde los años 80, siendo reconocidos por su adaptabilidad para misiones de combate.