Salud

Consumo de Comida Chatarra en la Adolescencia Provoca Daños Duraderos en la Memoria

Una serie de estudios recientes revelan que una dieta rica en grasas y azúcares durante la adolescencia podría ocasionar daños irreversibles en la memoria, similares a los observados en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Salud

Consumo de Comida Chatarra en la Adolescencia Provoca Daños Duraderos en la Memoria

Una serie de estudios recientes revelan que una dieta rica en grasas y azúcares durante la adolescencia podría ocasionar daños irreversibles en la memoria, similares a los observados en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

“Los efectos de la comida chatarra en la memoria no se revierten simplemente con cambiar a una dieta saludable; estos persisten en la adultez”

- Scott Kanoski, profesor de Ciencias Biológicas en la Universidad del Sur de California.

21/4/2024

Investigaciones llevadas a cabo por científicos de la Universidad del Sur de California han demostrado que las dietas altas en grasas y azúcares, típicas de la comida chatarra, no solo afectan la salud metabólica, sino que también provocan serios daños en las funciones cognitivas como la memoria. En un estudio con ratas adolescentes alimentadas con una dieta de este tipo, se observó que los problemas de memoria surgidos no se corrigieron al cambiar a una alimentación equilibrada.

Este patrón de alimentación afecta negativamente la señalización del neurotransmisor acetilcolina, esencial para el aprendizaje y la memoria. La disminución de este neurotransmisor está también vinculada a enfermedades como el Alzheimer, lo que sugiere paralelos preocupantes entre los efectos a largo plazo de las dietas poco saludables en adolescentes y este tipo de trastornos neurodegenerativos.

Los estudios también abordaron el impacto en el microbioma intestinal, observando cambios significativos durante la dieta de comida chatarra, los cuales se revirtieron con la dieta saludable. Sin embargo, la recuperación del microbioma no se tradujo en una mejora de la memoria, indicando que los daños a nivel neuronal podrían ser permanentes.

El equipo de investigación empleó diversos tests de memoria que implicaban reconocer objetos y su ubicación, donde ratas que siguieron una dieta occidental mostraron una notable dificultad para recordar, en comparación con aquellas alimentadas de manera saludable.

Algo Curioso
A pesar de las intervenciones dietéticas y farmacológicas, los estudios muestran que los hábitos alimenticios establecidos durante la adolescencia tienen un efecto más prolongado y profundo en la función cerebral de lo que se pensaba anteriormente.

Impacto Profundo y Duradero de la Dieta Occidental en la Función Cognitiva

El efecto de la comida chatarra sobre el cerebro adolescente fue estudiado mediante técnicas avanzadas como la fotometría de fibra in vivo, que permite rastrear la actividad neuronal en tiempo real durante las pruebas de memoria. Los resultados mostraron que, incluso después de cambiar a una dieta saludable, las ratas que consumieron comida chatarra durante su desarrollo temprano continuaron teniendo un rendimiento deficiente en las pruebas que evaluaban la memoria episódica, una función directamente asociada con el hipocampo.

Estos hallazgos son alarmantes dado que el hipocampo es una región del cerebro crítica para la consolidación de la memoria a largo plazo y la orientación espacial. Las pruebas involucraron la introducción de nuevos objetos en entornos familiares para las ratas, donde debían reconocer cambios sutiles en su entorno, una tarea que las ratas alimentadas con dieta saludable lograban consistentemente mejor que sus contrapartes.

Además, análisis post-mortem de los cerebros de las ratas revelaron una disminución significativa en los niveles del transportador vesicular de acetilcolina en el hipocampo, implicando una reducción en la capacidad de las neuronas para liberar este neurotransmisor crucial para procesar recuerdos nuevos. Este tipo de daño neurológico no mostró signos de reversión, subrayando la severidad del impacto de una mala dieta durante fases críticas de desarrollo cerebral.

Los investigadores también exploraron si intervenciones farmacológicas podrían mitigar los daños causados por la dieta de comida chatarra. En un enfoque innovador, se administraron fármacos que imitan la acción de la acetilcolina directamente en el hipocampo antes de las pruebas de memoria. Este tratamiento mostró una mejora en el desempeño de las ratas que habían consumido comida chatarra, sugiriendo que los efectos de la dieta podrían ser parcialmente contrarrestados por intervenciones específicas que restauran la función del neurotransmisor.

Conexión Directa entre Dieta y Disfunción Cognitiva Demostrada en Estudios Neurológicos

Sin embargo, los especialistas advierten que, aunque prometedores, estos resultados farmacológicos no deben verse como una solución universal. El daño a largo plazo a la estructura cerebral y la función causados por dietas poco saludables en etapas críticas de desarrollo todavía representa un riesgo significativo que no se debe subestimar. Estos tratamientos también reflejan una complejidad en la reparación de los circuitos cerebrales una vez alterados, lo que podría implicar terapias más complejas y personalizadas en el futuro.

En paralelo, se realizó un seguimiento del comportamiento alimentario y la ingesta calórica de las ratas, observando que aquellas con dietas de comida chatarra consumieron un promedio de 15% más calorías que las ratas con dietas balanceadas. Este aumento de la ingesta calórica no solo subraya las tendencias de sobreconsumo asociadas con estos alimentos, sino que también podría ser un factor contribuyente a las disfunciones observadas.

“Los efectos de la comida chatarra en la memoria no se revierten simplemente con cambiar a una dieta saludable; estos persisten en la adultez”

- Scott Kanoski, profesor de Ciencias Biológicas en la Universidad del Sur de California.

Apr 21, 2024
Colglobal News

Investigaciones llevadas a cabo por científicos de la Universidad del Sur de California han demostrado que las dietas altas en grasas y azúcares, típicas de la comida chatarra, no solo afectan la salud metabólica, sino que también provocan serios daños en las funciones cognitivas como la memoria. En un estudio con ratas adolescentes alimentadas con una dieta de este tipo, se observó que los problemas de memoria surgidos no se corrigieron al cambiar a una alimentación equilibrada.

Este patrón de alimentación afecta negativamente la señalización del neurotransmisor acetilcolina, esencial para el aprendizaje y la memoria. La disminución de este neurotransmisor está también vinculada a enfermedades como el Alzheimer, lo que sugiere paralelos preocupantes entre los efectos a largo plazo de las dietas poco saludables en adolescentes y este tipo de trastornos neurodegenerativos.

Los estudios también abordaron el impacto en el microbioma intestinal, observando cambios significativos durante la dieta de comida chatarra, los cuales se revirtieron con la dieta saludable. Sin embargo, la recuperación del microbioma no se tradujo en una mejora de la memoria, indicando que los daños a nivel neuronal podrían ser permanentes.

El equipo de investigación empleó diversos tests de memoria que implicaban reconocer objetos y su ubicación, donde ratas que siguieron una dieta occidental mostraron una notable dificultad para recordar, en comparación con aquellas alimentadas de manera saludable.

Investigaciones llevadas a cabo por científicos de la Universidad del Sur de California han demostrado que las dietas altas en grasas y azúcares, típicas de la comida chatarra, no solo afectan la salud metabólica, sino que también provocan serios daños en las funciones cognitivas como la memoria. En un estudio con ratas adolescentes alimentadas con una dieta de este tipo, se observó que los problemas de memoria surgidos no se corrigieron al cambiar a una alimentación equilibrada.

Este patrón de alimentación afecta negativamente la señalización del neurotransmisor acetilcolina, esencial para el aprendizaje y la memoria. La disminución de este neurotransmisor está también vinculada a enfermedades como el Alzheimer, lo que sugiere paralelos preocupantes entre los efectos a largo plazo de las dietas poco saludables en adolescentes y este tipo de trastornos neurodegenerativos.

Los estudios también abordaron el impacto en el microbioma intestinal, observando cambios significativos durante la dieta de comida chatarra, los cuales se revirtieron con la dieta saludable. Sin embargo, la recuperación del microbioma no se tradujo en una mejora de la memoria, indicando que los daños a nivel neuronal podrían ser permanentes.

El equipo de investigación empleó diversos tests de memoria que implicaban reconocer objetos y su ubicación, donde ratas que siguieron una dieta occidental mostraron una notable dificultad para recordar, en comparación con aquellas alimentadas de manera saludable.

Algo Curioso
A pesar de las intervenciones dietéticas y farmacológicas, los estudios muestran que los hábitos alimenticios establecidos durante la adolescencia tienen un efecto más prolongado y profundo en la función cerebral de lo que se pensaba anteriormente.

Impacto Profundo y Duradero de la Dieta Occidental en la Función Cognitiva

El efecto de la comida chatarra sobre el cerebro adolescente fue estudiado mediante técnicas avanzadas como la fotometría de fibra in vivo, que permite rastrear la actividad neuronal en tiempo real durante las pruebas de memoria. Los resultados mostraron que, incluso después de cambiar a una dieta saludable, las ratas que consumieron comida chatarra durante su desarrollo temprano continuaron teniendo un rendimiento deficiente en las pruebas que evaluaban la memoria episódica, una función directamente asociada con el hipocampo.

Estos hallazgos son alarmantes dado que el hipocampo es una región del cerebro crítica para la consolidación de la memoria a largo plazo y la orientación espacial. Las pruebas involucraron la introducción de nuevos objetos en entornos familiares para las ratas, donde debían reconocer cambios sutiles en su entorno, una tarea que las ratas alimentadas con dieta saludable lograban consistentemente mejor que sus contrapartes.

Además, análisis post-mortem de los cerebros de las ratas revelaron una disminución significativa en los niveles del transportador vesicular de acetilcolina en el hipocampo, implicando una reducción en la capacidad de las neuronas para liberar este neurotransmisor crucial para procesar recuerdos nuevos. Este tipo de daño neurológico no mostró signos de reversión, subrayando la severidad del impacto de una mala dieta durante fases críticas de desarrollo cerebral.

Los investigadores también exploraron si intervenciones farmacológicas podrían mitigar los daños causados por la dieta de comida chatarra. En un enfoque innovador, se administraron fármacos que imitan la acción de la acetilcolina directamente en el hipocampo antes de las pruebas de memoria. Este tratamiento mostró una mejora en el desempeño de las ratas que habían consumido comida chatarra, sugiriendo que los efectos de la dieta podrían ser parcialmente contrarrestados por intervenciones específicas que restauran la función del neurotransmisor.

Conexión Directa entre Dieta y Disfunción Cognitiva Demostrada en Estudios Neurológicos

Sin embargo, los especialistas advierten que, aunque prometedores, estos resultados farmacológicos no deben verse como una solución universal. El daño a largo plazo a la estructura cerebral y la función causados por dietas poco saludables en etapas críticas de desarrollo todavía representa un riesgo significativo que no se debe subestimar. Estos tratamientos también reflejan una complejidad en la reparación de los circuitos cerebrales una vez alterados, lo que podría implicar terapias más complejas y personalizadas en el futuro.

En paralelo, se realizó un seguimiento del comportamiento alimentario y la ingesta calórica de las ratas, observando que aquellas con dietas de comida chatarra consumieron un promedio de 15% más calorías que las ratas con dietas balanceadas. Este aumento de la ingesta calórica no solo subraya las tendencias de sobreconsumo asociadas con estos alimentos, sino que también podría ser un factor contribuyente a las disfunciones observadas.

PODRÍA INTERESARTE
 

No tienes acceso

Necesitas una membresía para acceder al contenido de este sitio.
Por favor Regístrate o Ingresa