Durante los primeros 100 días de mandato de Donald Trump, se han ejecutado políticas y acciones gubernamentales que han generado efectos significativos en múltiples ámbitos de Estados Unidos.
En materia migratoria, la administración ha intensificado las deportaciones, priorizando a personas catalogadas como “ilegales y criminales”, abarcando también a niños y enfermos terminales. Entre los casos relevantes figura el de Kilmar Abrego García, deportado a El Salvador sin garantías legales, lo que ha suscitado críticas sobre la aplicación de derechos humanos en los procedimientos migratorios.
En el frente comercial, Trump impuso aranceles del 25% a productos provenientes de Canadá y México, una medida que contravino acuerdos vigentes como el USMCA (Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá) y llevó a expresiones de preocupación desde el gobierno canadiense. El primer ministro Mark Carney advirtió sobre la pérdida de confianza en Estados Unidos como socio comercial tras la ruptura de compromisos.
La situación económica interna se ha visto afectada por un deterioro en la confianza de los consumidores, cuyo índice cayó 7.9 puntos en abril, llegando a un nivel de 86, el segundo peor resultado desde el inicio de la pandemia. Paralelamente, JP Morgan incrementó la probabilidad de una recesión en 2025 hasta el 60%, duplicando la estimación realizada cuando Trump asumió el cargo.
En el mercado bursátil, los primeros días de abril marcaron un récord negativo, con una pérdida de 6.6 billones de dólares en capitalización en solo dos jornadas, la caída más grande en ese lapso registrada en la historia de Estados Unidos. Frente a la inflación, únicamente el 35% de los encuestados aprueba la estrategia aplicada por la administración.
A nivel internacional, las acciones de Trump han generado fricciones con aliados tradicionales y han minado la confianza en la política exterior estadounidense. Decisiones unilaterales han debilitado el papel de instituciones como la Organización Mundial del Comercio (OMC), y se ha acusado al gobierno de un enfoque expansionista hacia territorios como Groenlandia y Panamá.
En el plano político, el índice de aprobación del presidente se sitúa en 45%, seis puntos por debajo de la cifra de marzo, reflejando el escepticismo creciente sobre la gestión económica y diplomática. Pese a que el Partido Republicano mantiene el control de ambas Cámaras legislativas, se han evidenciado críticas por el distanciamiento del Ejecutivo respecto al Congreso.
Estas acciones y resultados en el arranque de la administración de Trump han llevado a cuestionamientos sobre la dirección de la política estadounidense, tanto en el interior del país como en el escenario internacional.