Francia, Reino Unido y Canadá emitieron el 19 de mayo de 2025 un comunicado conjunto en el que advirtieron al gobierno de Israel sobre la adopción de "medidas concretas", incluyendo la consideración de sanciones específicas, si no se detiene la actual ofensiva militar en Gaza y no se levantan las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria. Los mandatarios de estas tres naciones enfatizaron que no permanecerán indiferentes ante el "nivel de sufrimiento intolerable" que afecta a la población palestina en la región.
Estos gobiernos manifestaron su oposición a cualquier intento de expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania y expresaron su rechazo rotundo al desplazamiento forzado de civiles, advirtiendo que estas acciones constituyen una infracción clara del derecho internacional humanitario. También condenaron el tono empleado por miembros del Ejecutivo israelí en el contexto del conflicto y demandaron el cese inmediato de la violencia.
Israel inició el 17 de mayo la operación terrestre "Carros de Gedeón" en Gaza, precedida de intensos bombardeos. Desde el estallido de la guerra el 7 de octubre de 2023, tras un ataque de Hamas que dejó 1,200 víctimas fatales israelíes y 251 personas tomadas como rehenes, las operaciones militares han provocado la muerte de más de 53,000 palestinos y herido a más de 1,000 en los últimos días. Solo el 19 de mayo se reportaron 136 fallecimientos en 24 horas y en la escalada reciente se han registrado más de 400 muertes.
La situación humanitaria en Gaza ha sido calificada de "desastre" por la ONU. Desde el 2 de marzo de 2025 estaba prohibido el ingreso de alimentos, combustible y medicinas a la Franja, lo que ha agravado la crisis. El gobierno israelí anunció que permitirá la entrada de una "cantidad básica de alimentos", medida considerada "totalmente insuficiente" por Francia, Reino Unido y Canadá.
El conflicto ha provocado el desplazamiento de casi la totalidad de los 2.1 millones de habitantes de Gaza. La ONU alertó sobre un riesgo inminente de hambruna, señalando que es imprescindible la llegada de al menos 500 camiones de ayuda diarios para cubrir las necesidades mínimas de la población.
Los mandatarios europeos y canadiense pidieron que Israel colabore directamente con Naciones Unidas para garantizar el acceso humanitario conforme al derecho internacional y pusieron en la mesa la opción de sanciones adicionales si persisten las restricciones. Hasta el momento, la respuesta de Israel a la presión internacional ha sido considerada insuficiente por la comunidad internacional ante la creciente escalada bélica y el deterioro de las condiciones humanitarias.