Una investigación realizada por un equipo interdisciplinario de la Universidad de Turín, liderado por la profesora Francesca Barbero, demostró que las plantas de snapdragon (Antirrhinum) pueden incrementar deliberadamente la producción y calidad de su néctar al detectar el zumbido específico de las abejas Rhodanthidium sticticum, polinizador clave de esta especie.
El estudio recurrió a grabaciones de zumbidos auténticos de dichas abejas, reproducidas cerca de las plantas para evaluar sus respuestas fisiológicas. La evidencia experimental señaló un aumento del volumen de néctar producido, acompañado de una elevación aproximada del 20% en la concentración de azúcar presente en el mismo. Paralelamente, se identificaron modificaciones en la expresión genética de las plantas, involucrando genes dedicados al transporte y la producción de azúcar.
Los resultados sugieren que las plantas serían capaces de discriminar entre distintas señales vibroacústicas, desplegando una estrategia evolutiva adaptativa que potencia la recompensa sólo para polinizadores efectivos y no para los denominados “ladrones de néctar”, quienes extraen néctar sin favorecer la polinización.
Desde el punto de vista técnico, se ha confirmado que estas respuestas a estímulos acústicos dependen de los mecanorreceptores de la planta, células especializadas encargadas de percibir vibraciones o presión mecánica. Mientras está claro que las plantas pueden identificar el zumbido de abejas y reaccionar elevando su oferta de néctar, aún está bajo investigación si los sonidos emitidos por las propias plantas inciden en el comportamiento de los insectos polinizadores.
Los hallazgos de esta investigación fueron presentados el 21 de mayo de 2025 durante la 188ª reunión de la Sociedad Acústica de América y el 25º Congreso Internacional de Acústica, celebrados en Nueva Orleans. El estudio evidencia la sofisticación de la relación entre plantas y polinizadores y el papel activo del reino vegetal en la comunicación biológica.